A mis lectores, en esta editorial, que ha sobrevivido hasta finales de este año y promete seguir dando batalla quiero, antes de abordar el tema del cual buscaré hacer una reflexión, hablando de ciclos, mencionar las “Bodas de plata” de ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica, La Productora. Una “empresa” que nació de manos de Alfredo Musante y hoy, luego de 25 años, sigue abriéndose camino en el mundo de la comunicación.
Con esta noticia quiero comenzar mi camino a través de esta editorial. ¿por qué?, bueno, el tema que les traigo tiene que ver con ciclos, por ejemplo, se está terminando este año, el 2024, ahí tenemos, de alguna manera, un ciclo que se cierra. Se están cumpliendo los 25 años de vida de ANUNCIAR, ahí tenemos otro ejemplo de ciclo que, si se quiere, ha llegado a una meta, tal vez una muy general que simplemente se basa en el tiempo transcurrido, pero no deja de ser un ciclo cumplido.
Al punto donde este director quiere apuntar trata justamente de la compleción de cada ciclo, que puede ser transformado en una meta. ANUNCIAR ha completado 25 años ininterrumpidos de generación de contenido en diversos formatos dentro de la comunicación. Es un ciclo terminado y una meta, 25 años, cumplida. ¿Esto se termina acá? En absoluto, sigue adelante. Se trata de celebrar los logros sostenidos en el tiempo.
Aquí aparece la repetida necesidad de reflexión de este introspectivo director donde, hablando de ciclos y metas cumplidas, quiere aportar su comentario. En este caso voy a hacer una suerte de “separación” entre dos grandes grupos de personas: el primero es de la gente que se pone una meta u objetivo en la cabeza y no hay nada que lo detiene para llegar a cumplirlo, va como un toro hacia adelante, nada lo distrae ni lo detiene, va firme hasta el final y el segundo, donde muchas veces este distraído Director se encuentra inmerso, es el de quienes abren muchos frentes, de quieren empiezan un proyecto y como no sale exactamente como pretenden lo dejan a medio camino o, simplemente, pierden el interés. A este segundo grupo quiero referirme.
No hay nada más satisfactorio que terminar lo que se empieza. Es una premisa tan simple como difícil de, muchas veces, llevar a cabo. Nos tropezamos con diversos motivos que nos llevan al abandono sistemático de la aventura que comenzamos, muchas veces sucede que, como mencioné antes, no conseguimos el resultado deseado y por eso lo tiramos por la borda, puede ser también que perdamos el encanto, el entusiasmo a mitad de camino y eso nos lleve a tomar otro camino o simplemente que recibamos situaciones externas tan adversas que nos obligue, en el mejor de los casos, a aplazarlo para más adelante.
Sea una cosa u otra, les aseguro que vale la pena el intento acompañado por el esfuerzo que eso conlleva. El hecho de poder terminar algo, capitalizarlo y sentirse orgulloso del logro, no tiene precio y genera una felicidad y un orgullo interior enorme. Siempre vale la pena. No sirve de nada llegar a un momento en la vida donde quisimos ser todo y terminamos siendo nada o siendo mitades o partes sin mucha utilidad de proyectos varios.
Hasta aquí mi reflexión de este fin de año. Aprovechen el 2025 para intencionar y llevar a puerto lo que se propongan. Generarse metas pequeñas es un excelente comienzo. No olvidemos que tenemos la obligación de ser felices y esto es una excelente “herramienta” para conseguir gran parte de eso.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 61, que corresponde al mes de Diciembre de 2024.