Hay un relato en el Antiguo Testamento que siempre me ha conmovido e inspirado muchísimo como influyente ejemplo de redención. Se trata de la historia de José, quien luego de ser traicionado por sus hermanos de sangre y vendido como esclavo, se convirtió en protagonista importante salvación en el pueblo egipcio. Es una historia larga, incorporada en el libro de Génesis y que viene a ilustrar la justicia de Dios en una familia y en una nación entera.
Más tarde, luego de grandes hazañas, se oyó decir de José, a sus hermanos:
“Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente” (Gn. 50,20)
Ciertamente, el asunto del mal y del sufrimiento es un misterio genuinamente revelado desde comienzos de la creación.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que Dios permite que ocurran estos males porque a través de ellos, puede obtener un bien mayor.
En el fondo Dios no desea el mal para nosotros, todo lo contrario, pero en cierto modo lo permite para que podamos crecer en virtudes y de esta forma, ser conducidos a un designio más elevado que la mayoría de las veces sobrepasa nuestro limitado entendimiento.
Desde una mirada católica, la actitud correcta frente al mal, tanto físico como moral, se fundamenta en la práctica de las virtudes, lo que conlleva a aceptar el sufrimiento con Fe, combatir el mal con la Esperanza y responder a la ofensa con amor y Caridad.
Y en esta lucha diaria por crecer en virtudes, el bien triunfa, tal y como ocurrió a José, porque la teología enseña que el mundo fue creado para el bien, pero no perfecto. Por lo tanto, toda la creación está destinada a alcanzar la plenitud en Cristo al final de los tiempos.
Expresado lo anterior, tengamos absoluta seguridad de que el mal no quedará sin redención y mucho menos, quienes sufren a causa de las acciones de los demás, quedarán sin auxilio.
Él espera, siempre, que volvamos a Él y seamos ¡Salvos!
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Venezuela
Isabella Orellana
Locutora católica, esposa y mamá
@isaorellanal