Estimados y no-olvidados lectores, este dolido director vuelve al ruedo luego de dos meses de haber estado cursando una de sus vivencias más dolorosas con el fallecimiento de su madre… Han sido unos 45 días de acompañar, de generar tiempo de calidad ya que tuve el privilegio -sé que a no muchas personas les sucede esto- de tener “el diario del lunes” frente al estado de salud de mi madre y de poner en práctica todo mi entrenamiento y conocimiento sobre mis creencias particulares respecto a estos temas que me han servido de apoyo. Muchas veces he peleado vanamente contra la situación que se presentó, pero, gracias a mucho trabajo interno, he conseguido encontrar mi eje o mi centro y transitar de manera amorosa -y dolorosa, por supuesto- esta experiencia.
Hoy hace 25 días que mi mamá no está en cuerpo presente conmigo, pero sé que sigue estando a mi lado, guiándome, cuidándome y acompañándome en este gran aprendizaje que es este paso por lo terrenal. De alguna manera siempre me hace saber que está ahí.
Esta -un poco desgarrada- editorial tenía la intención de traer sobre la mesa, o, mejor dicho, sobre la hoja donde estoy escribiendo el desarrollo de un tema muy importante, crucial y peligroso que tiene que ver con la cultura woke. Se me ocurrió escribir sobre eso luego de ver un video en el canal de Youtube “El PELADO Investiga” que se titula “POR ESTO Los Feos, es un FILM SUPERFICIAL ¿El futuro de la belleza en manos de los Trans? estrenado hace casi un día. Es un video muy recomendable y hasta revelador diría este conspiranóico Director. Pero, dadas las circunstancias actuales y que mi musa y mi corazón decidieron seguir recordando a mi Madre, mis comentarios al respecto de esta nueva ideología dictatorial que está ganando terreno a toda velocidad en las mentes de los humanos quedará para una próxima editorial.
Quien les escribe estas líneas no se destaca por la potencia de su memoria y por esto pido disculpas de antemano porque seguramente ya he hablado de este tema. Más allá de esta aclaración, entiendo que hay temas que se pueden abordar de muchísimas veces y siempre van a tener algo nuevo para alimentar nuestra alma y nuestro corazón.
La experiencia de tener información crítica y de primera mano sobre la salud de mi madre antes que “regrese a casa”, como me gusta pensarlo, o al siguiente nivel de evolución o, como le expliqué a mi hijo cuando a sus 16 años falleció su madre, al siguiente nivel en este juego que es la vida en sus diferentes encarnaciones con nuevos personajes, nuevas armas y nuevas habilidades, más cerca, digamos, del “final boss” (El último enemigo, el más poderoso, antes de completar definitivamente un juego). Por supuesto que esto es, de alguna manera, metafórico y mi intención aquí es poner en términos sencillos este ciclo. Siempre se completan “misiones”, se incorporan cosas nuevas y se aprenden los sentires más sublimes del ser humano desde la carne.
Este desbandado director quiere hacer un alto en este punto y en esta editorial. Sé de sobra la manera de trabajar de ANUNCIAR y la línea de creencias y pensamiento de mi querido amigo, Alfredo Musante. Es por esto, que, sabiendo que una de las banderas enarboladas por La Productora en su totalidad de ramas es la libertad de expresión y la no-censura y entendiendo lo disímil, rico y, si se quiere, extremo de la diferencia en estos temas con mi amigo agradezco siempre la posibilidad de abrir mi corazón sin problemas.
Sigo.
Como venía comentándoles, el hecho de saber la situación de antemano de mi madre nos llevó, a mis hermanas y a mí, a generar un tiempo de calidad que fue realmente hermoso, amoroso y lleno de vida… Qué loco, ¿no? Donde la pudimos disfrutar desde otros lugares más profundos y compasivos, donde dejamos de lado las estúpidas rivalidades humanas, bajas, densas y, muchas veces, sin sentido. Honrando el vínculo. Sólo eso.
En este último párrafo, para no abusar del lugar que tengo para la editorial, quiero llamarlos a la reflexión. ¿Cuantas veces estamos peleados con algún familiar o amigo cercano y, si lo pensamos un poco, haciendo una mirada compasiva y reflexiva nos damos cuenta que podemos solucionarlo simplemente bajando un poco las armas? Alguien alguna vez dijo y cito textual: “Cada uno hace lo que mierda puede con lo que tiene”. Esta frase es tan simple como poderosa. La gente actúa de acuerdo a las herramientas que tiene y como puede, no como nosotros quisiéramos o como creemos que es lo correcto.
Esto dispara la mirada compasiva desde un lugar de entendimiento del otro.
Los invito a recordar esto frente a situaciones de este tipo y probar para ver qué pasa. Les aseguro que es sanador y revelador como se pueden disolver o evitar conflictos con seres queridos.
Hasta aquí mi editorial. Sean felices y miren con compasión, no con lástima. Con compasión.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 60, que corresponde al mes de Noviembre de 2024.