Apreciados lectores, les expreso mi cariño y confío en que este sea el mejor día de sus vidas.
Hoy he querido dedicar estas líneas a los esposos. Esa decisión tan importante de nuestras vidas de la cual va emanar los hijos y con ellos la familia. Se dice que el ser humano debe de tener mucho cuidado a hacer dos principales elecciones en su vida, si las hace correctamente podrá decir que logrará felicidad:
1.- Carrera o profesión: a lo que se va a dedicar toda su vida, con ella logrará dinero y estabilidad económica, lo que le permitirá crecer socialmente y desenvolverse de una manera mejor en un mundo cada vez más agresivo y complicado.
2.- La pareja de su vida: esa persona con quien va a compartir cada día de su vida, esa que está para apoyar y para ponerte altos, esa que podrá ver desde otra perspectiva tus ideas y proyectos, esa que te ayudará a lograr metas y sueños.
Pero hoy en día las parejas son frágiles, los esposos estamos muy metidos en generar, generar y generar, y las esposas se reparten entre las ocupaciones de la casa y las ocupaciones de la oficina o lugar de trabajo. El cansancio, la rutina y los mismos hijos, nos van quitando los espacios de estar en pareja, no sólo en lo sexual, sino en lo social. Cada vez es más complicado poder salir como novios, sin los hijos, cada vez cuesta más darnos esos espacios para hablar de cosas importantes y de cosas nada importantes, tal cual lo hacíamos de novios, donde cualquier tema era pretexto para largas charlas que terminaban en llamadas eternas. Cada vez es más complicado crear espacios para encuentros sexuales con hijos ya grandes.
Hoy tenemos muchas herramientas de comunicación, pero no sabemos crear espacios para comunicarnos cara a cara. Muchas veces caemos en el miedo de “ser malos padres” porque salimos sin los hijos a una cena, al cine o a un paseo. Olvidándonos que primero debemos estar bien nosotros como pareja para poder funcionar mejor como padres de familia. No pretendo que se tomen estas líneas como un consejo de desaprensión padres-hijos, para nada es mi intención, pero lo cierto que esposo y esposa estábamos antes de que los hijos llegaran y un día ellos alzarán vuelo y buscarán su propio cielo, y nuevamente quedaremos los dos viejitos solitos, como al principio.
Si cultivamos la relación de pareja, tendremos certeza que cuando ese momento llegue, podremos disfrutar la vida, pues tendremos más espacio como pareja, pero si nuestra relación se basó sólo en ser buenos padres o madres, cuando volvamos a estar solos, serán días muy complicados, porque nos descuidamos como pareja por años, nos olvidamos ser pareja e incluso corremos el riesgo de estar ya muy cansados para querer volver a ser pareja.
No perdamos de vista que esa persona que libremente escogimos y llevamos al altar es quien mejor nos conoce y en quien más debemos confiar, con ella hemos logrado crecer como seres sociales y profesionales. No nos olvidemos de ser pareja.
Dedicado con amor a mi esposa Adriana.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 57, que corresponde al mes de Agosto de 2024.