Saludos mi querida familia de este medio. Un fuerte abrazo a cada uno y mi humilde pero sincera bendición a todos ustedes. En el mes de febrero, siempre está relacionado con dos grandes acontecimientos: el 14 de febrero, día de san Valentín, fecha cargada de amor, pasión, chocolates, vino entre otras cosas… y el 26 de febrero ¿no sabés que se celebra ese día? ¡Mi cumpleaños! Anótenlo por favor…jajaja.
Un sincero saludo mis queridos amigos lectores. Gracias por leer este texto mes a mes y estar dando seguimiento a este humilde servidor. En la iglesia católica estamos en medio de un tiempo llamado “cuaresma” que son 40 días de preparación para vivir la semana santa de una mejor manera, donde se nos invita de manera especial a vivir la caridad, la solidaridad y reconocer nuestros pecados y errores a través del arrepentimiento. Se nos invita al ayuno, la oración y ayudar al necesitado.
Viendo nuestra realidad familiar de hoy en día, y aclaro, sin dejar de lado estos puntos esenciales que la madre iglesia nos pide en este tiempo de Cuaresma, pensé en la oportunidad que tenemos todos de vivir y planear una cuaresma familiar. Poniéndonos como meta salir recorrer estos cuarenta días siendo una mejor familia. Para esto propongo ciertos ayunos que nos podrían ayudar.
1. Ayuno de celular: poner unas dos horas al día, donde no tengamos el celular en la mano, mientras estamos todos juntos en casa. Al llegar de los trabajos, escuelas, etc., pasar esas dos horas como familia, donde podamos convivir.
2. Juego de mesa un día a la semana: pasar una tarde, tal vez domingo, donde alrededor de la mesa, nos reunamos con la única tarea de pasarla bien.
3. Caminata familiar: salir unos 30 min a dar la vuelta caminando, por el solo placer de la caminada y la compañía.
4. Tarde de película: todos juntos, reunirse en la sala a ver juntos una película. Últimamente ya cada quien tiene su pantalla en cada cuarto, y ya no vemos televisor juntos.
5. Misa familiar: asistir cada domingo juntos a misa.
Estas 5 propuestas son básicas y para algunos sean hasta “sin gracia” pero los invito a hacerlos a conciencia y verán que no están tan sencillos. Hoy en día la misma rutina, la presión laboral, lo rápido que llevamos la vida, nos han ido haciendo que perdamos este tipo de prácticas que tanto unían las familias de nuestros abuelos, esas familias que eran grandes, numerosas y donde la convivencia era algo natural, los juegos eran parte de la formación, los paseos eran a lugares públicos (playas, ríos, posas, parques) y lo importante no era el lugar, sino pasar tiempo juntos.
Hoy te invito a ayunar de la pereza de querer hacer las cosas bien como padres de familia, ayunar de la tibieza de estar en la zona de confort como cristianos, ayunar de la apatía que nos está alejando de Dios por no ir a misa, no buscar los sacramentos, ni leer la Biblia, ayunar del quejarme tanto por lo que no tengo, ayunar de ser frio con los míos.
No tengamos miedo de ser mejores cristianos y formar mejores ciudadanos.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 52, que corresponde al mes de Marzo de 2024.