Este distendido director, libre de los barrotes marginales de las desprolijas editoriales que mes tras mes hacen germinar pequeñas plantitas de reflexión, dudas, preguntas y despertar en mis nobles lectores, se encuentra a sus anchas escribiendo este artículo donde podrá extender sus alas de tinta y escribir largo y tendido.
Bebo un sorbo de relajante Malbec y mis pensamientos me llevan al año 2019, lo recuerdo bien, -imagine el lector la narración con una voz profunda y en español (España)- una peregrinación con mi hijo a la casa de Alfredo Musante, todos los domingos hacíamos presencia. Asistencia perfecta. Así, pasábamos las tardes en el estudio, dedicado al gran Padre Hernán Pérez Etchepare, generando todo tipo de contenidos, algunos fallidos, otros…, bueno, sin caer en una pedantería, podríamos decir que se acercaban mucho a obras maestras o al menos material con un altísimo nivel de contenido. Pero lo más importante de estas tardes domingueras fue que poco a poco, cuadro a cuadro, guión a guión, risa a risa, se fue forjando una gran amistad. Esto no estaba en el libreto pero así pasó. Con Alfred además de crear contenido, creamos amigos, nosotros.
Tanto trabajo que hacíamos en ese querido -y que nunca será olvidado- estudio multimedia y de radio hizo ver la luz a muchos proyectos, nos permitió dar rienda suelta a un sinfín de ideas que, hasta el momento, las teníamos guardadas, cada uno, en su cabeza en el cajón de “ideas locas”. Nació el proyecto Devorador (hoy NAVARRA, Preludio y Proyecto Babel) entre otros, entrevistas que quedaron truncas; aprendimos, nos reímos, la pasamos de puta madre y creamos, siempre creábamos algo….
Dentro de esta energía que se formaba dentro de ese estudio (si Alfredo, me voy a poner a hablar de energías y cosas locas del New Age, este artículo es mío jajaja) surgió también, la idea renovada que a Alfred le venía rondando en la cabeza hacía ya un tiempo, tener un medio -en este caso digital- donde se puedan volcar las actividades de La Productora. Bueno, al menos esa era la idea primitiva, darle difusión desde un lugar más “institucional” si se quiere, para poder llegar a la gente a quien sorprenderlos con nuestros trabajos. Hicimos muchas reuniones, entre “galletitas pepas (muy argento) y jugos artificiales” con quien ya era amigo de la casa, Julio Peralta, diseñador gráfico, (que se subió a las locuras de Alfredo, allá en el 2001) para comenzar a esbozar el primer número del hasta ese entonces nonato “Boletín Digital”.
De a poco, fue tomando forma, en el diseño y alimentarlo con la energía vital de nuestros proyectos para que crezca sano y fuerte, para que pueda salir al mundo a arrasar con los contenidos huecos, los contenidos “sin contenidos” que día a día se apropiaban y apropian, -tal y como sucede en la película “The Thing” de John Carpenter la cual se encuentra en un TOP 10 realizado por El Pelado Investiga esperando su visita y su vista en nuestro canal de Youtube- de las mentes de los más distraídos.
En una de las últimas charlas, ya listos para el lanzamiento, Alfredo Musante, en una muestra enorme de confianza me ofrece ser el director del Boletín Digital, corría el mes de Octubre del 2019 y hablamos de un “Nacho” que todavía no se las daba de director y que, para el colmo de los colmos, venía de un lugar totalmente diferente. Recordemos que este, ahora curtido Director, viene de una empresa familiar, de un perfil técnico principalmente y de estudiar esas cosas raras que tanto le gustan. Además, mi viaje había comenzado hacía relativamente poco, en Marzo del 2019. Era nuevito en estas tierras…
¿Alfred, vos crees que estoy a la altura de semejante responsabilidad? Bueno, en realidad, justo sería que el mismo Alfredo conteste esta pregunta pero a juzgar por las apariencias y por mi duradera estancia en estos lares creo que cumplí con sus expectativas. Acá hay dos cosas que quiero resaltar, la primera es que Don Musante es un tipo que no delega absolutamente nada nunca; haber recibido semejante ofrecimiento me mostró la confianza que el depositó en mi y, al mismo tiempo, debo decirlo, hizo que ciertas partes de mi anatomía se me llenaran de preguntas. Por otra parte, a pesar de ser una persona muy especial (iba a poner “ogro” pero no quiero que se enoje), es un tipo que me hizo crecer muchísimo en un rubro, digamos, que me era totalmente ajeno. Siempre, a sabiendas de mi posición neófita en estas artes, me aconsejó, me apoyó, me ayudó y, lo más importante, me enseñó. Todo lo hizo siempre de manera desinteresada. Yo hice mi parte y aprendí -y aprendo- mucho de todo lo que tiene para dar en sus muchísimos años en este medio.
Apuro otro trago del elíxir tinto y sigo dejando que los recuerdos vengan a mi cabeza. En varios de esos domingos, tomé clases magistrales -hoy día, nosotros los jóvenes, diríamos masterclass- sobre narrativa (espero que esto se note y que el hombre en cuestión no tenga a bien evaluarme a estas alturas de los acontecimientos y aprovechándose de mi artículo) donde también, siempre de manera muy generosa, me ofreció mucho de su conocimiento.
¿Que siento hoy? Esta pregunta si me toca responderla a mí. Hoy puedo decir que trabajando y escribiendo codo a codo con todos los que colaboran con nuestro querido Boletín Digital me siento muy orgulloso del producto creado, siento que he crecido mucho desde aquel Nacho antiguo y que tanta duda y expectativa se ha disipado para transformarse en esto: Palabras y líneas desordenadas que intentan llevar algo de luz y reflexión al corazón del querido lector.
Hoy el Boletín también ha crecido, ha evolucionado y se ha transformado en algo más que un medio meramente institucional. Hemos abierto el juego y tratamos de incluir diversos temas de cultura general además, por supuesto, de las novedades institucionales. Pero lo más lindo que tiene nuestro Boletín es que es un medio sin censura, sin bajada de línea y sin ningún tipo de compromiso con las medias (por no decir otra cosa más grosera) de nadie de alguna esfera más alta. El Boletín es independiente y libre. Dicho en buen romance: Cada colaborador puede escribir lo que se le venga en gana.
Es nuestro más profundo deseo que esto siga así, que el boletín siga creciendo en cantidad de lectores (de la calidad nos vamos a encargar nosotros con cada información que le ofrecemos) y en cantidad de temas e información a tratar, obviamente, además de los “avisos parroquiales” de La Productora.
Para terminar y mantener la vara así de alto como tenemos acostumbrados a quienes nos leen, les aconsejo, menos TV y más Boletín Digital.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 35, que corresponde al mes de Octubre de 2022.