Mis queridos y osados tripulantes, quiero comenzar esta editorial agradeciendo a todos por su bravura y valentía al estar a bordo de la nave Etemenanki T7 el día 18 de junio de 2022, fecha en que comenzábamos la cuenta regresiva para despertar a nuestros héroes de su sueño criogénico.
Este director está muy orgulloso de su equipo de trabajo y de la calidad, predisposición y garra que ha puesto la gente de DoblaStudio de Costa Rica (inserte aplausos y ovaciones aquí). Sentarse a escuchar cada episodio de Proyecto BABEL con auriculares (o cascos) y cerrar los ojos es garantía de transportarse al espacio exterior, en compañía de la tripulación, para lograr esta misión tan importante y, tal vez, decisiva para la humanidad.
A poco creyeron que esta desprolija pluma no iba a llevarlos, en la nave, a una reflexión algo inevitable en este apartado de nuestro querido Boletín. Es un ejercicio que me encanta hacer con ustedes, me gusta mucho hacerlos pensar y replantearse cosas que a veces se dan por sentadas o que resultan obvias y sin embargo no lo son tanto.
Proyecto BABEL, uno de los tantos hijitos mimados de Alfredo Musante, el Director de La Productora, nace allá por el 2016 en forma de guión de radioteatro basado en la encíclica Laudato si’ escrita en 2015 por el Papa Francisco. Esta obra no pasó más allá de un formato de borrador y un largo sueño en un cajón hasta el año 2021, donde su querido amigo Fernando Gutiérrez Porras, Director de DoblaStudio Producciones, le pidió un guión para alimentar el talento de sus alumnos “ticos” de su escuela de doblaje a la espera de una excusa para demostrar lo que eran capaces de hacer (¡y vaya si lo hicieron!). Alfredo reescribió y adapto ese desprolijo, y aún con lagañas en los ojos, guion que había quedado “cajoneado” años atrás.
Hasta ahora nos enteramos del proyecto, de sus comienzos y de sus ejecutores pero… Disculpe Sr. Director, nos está faltando algo clave… ¿Porqué la encíclica Laudato si’ es tan importante en esta obra?
Esta encíclica nos habla de la Casa Común, básicamente, del planeta y del cuidado que no estamos teniendo con él. Proyecto BABEL se basa principalmente en esto, para llevarnos un mensaje de alerta, para decirnos que por acá no es el camino. Debemos ser más respetuosos y amables con nuestra casa, con nuestra hermana Tierra, con Gaia.
No es a medida que crece la población en la Tierra que se abusa de sus recursos naturales, ni la manera geográfica en la que se instalan los pueblos. Es el avance tecnológico (y me puedo remontar hasta la 1ra Revolución Industrial) sin medida y sin respeto quien pone constantemente en una posición de vulnerabilidad a nuestro querido planeta, quien como un ser que es pura luz, nos sigue brindando vida sin pausa. Lo único que pide a cambio es que nos demos cuenta de los malos excesos que día a día lo van dañando un poco más. Lo único que pide a cambio es que nos demos cuenta de que todo lo que existe está formado por los mismos elementos, todos compartimos quiénes somos y que somos. Esto sucede en todos los planos de existencia. Todo es uno. Todos somos uno.
Es, entonces, imperativo que empecemos a tomar consciencia de esto, a vibrar en la misma frecuencia, que empecemos a sentirnos como una unidad y a actuar en consecuencia. Por suerte las generaciones más jóvenes, de los Millennials en adelante, están apareciendo vestigios de una conciencia más plena de la Casa Común y de lo que nos rodea, esto podemos verlo en la forma en la que se relacionan. Es una luz al fondo del túnel, es una nueva oportunidad para reivindicarnos con la “Pachamama”.
Detengamos nuestra feroz marcha diaria, respiremos profundo, miremos a nuestro alrededor y agradezcamos. Es todo lo que tengo para transmitirles. El resto viene solito… Lo que no viene solito es el hecho de apagar la TV (esto no puede faltar en mis editoriales), hace mucho ruido, ensordece el cerebro y el corazón.
Para terminar quiero agradecer personalmente a quienes hay regalado su tiempo y esfuerzo para el bien común: Jazmín Marín, Michael Álvarez, Melisa Williams, Daniel Jiménez, Sara Delgado, Liz Fletes, Geyner Bermúdez, Noemy Cyrman, Carlos Carballo, Daniel Granados, Fabián Monge, Fernando Gutiérrez Porras y Alfredo Musante. A todos ellos, los aplaudo de pié.
No olviden nunca que tenemos la obligación de ser felices y de cuidar nuestro hogar.
Ignacio Bucsinszky