Queridos lectores:
En esta oportunidad nos encontramos rodeados de dos proyectos cumplidos -o al menos que ya están en la categoría de generar aniversarios- que han llevado mucho tiempo, dedicación y sacrificio. Por supuesto es un gran motivo de festejo. Les cuento, estamos celebrando el décimo aniversario del EPISODIO II del radioteatro EL VIAJE QUE CAMBIÓ AL MUNDO y el segundo año de existencia de nuestro querido BOLETÍN DIGITAL.
Y si, es inevitable que con estos dos onomásticos -por decirlo de alguna manera- que nos generan un gran orgullo nos lleven, sin escalas, a la reflexión a la que este director los tiene acostumbrados por medio de estas desprolijas líneas que conforman la editorial. Claro está que no voy a profundizar en ambas conmemoraciones ya que hay mucha información en los diversos canales de divulgación de los contenidos que producimos.
Acompañen esta pluma -en realidad sería más acertado decir “teclado” con la consiguiente dinamita en la metáfora- y pensemos juntos. ¿Cuantas veces nos ha pasado en la vida de iniciar algún proyecto de cualquier tipo y muchas veces la energía, las pasiones depositadas se diluyen con el correr del tiempo y lo dejamos trunco? Es cierto que la pasión es una energía, una fuerza muy grande. Algo así como el amor. Una fuente inagotable. Así suena muy lindo pero, y aquí viene la parte donde tenemos que trabajar, a esta energía debemos saber administrarla.
¿Que pasó cuando dejamos liberar toda la energía de golpe? Explota. Se acaba.
Mis queridos amigos, debemos tener conducta siempre. Debemos saber racionar, administrar esta hermosa fuente de energía que tenemos. Hay que ser constantes, siempre un poquito. Debemos alimentarla todos los días un poquito. La famosa plantita…
Claro que no estoy hablando de “cantidades” -escuche señor director, yo tengo muchísima pasión, mucho amor para dar, no se me va a acabar-, podemos tener mucho para dar, pero repito, hay que saber administrarlo. Hay que darlo todos los días, la medida justa, ni más, ni menos. Eso se siente, sólo hay que estar atento. Es una de las claves para asegurarnos la continuidad de nuestro proyecto. Un libro, una carrera universitaria, un amor o un documental sobre el segundo viaje de Cristóbal Colón. Cualquier proyecto. Esto aplica a todo.
Humildemente y por experiencia propia puedo asegurarles que es así. Es la manera de conseguir llegar al pináculo de nuestro proyecto. La manera de sostenerlo en el tiempo.
Les cuento un secreto como para ir cerrando esta editorial, la pasión (amor) por algo (proyecto) puede salvarte la vida. Así de fuerte es. Hay que usarlo sabiamente.
No olviden que tenemos la obligación de ser felices. (Apagar la TV ayuda muchísimo para este propósito)
Ignacio Bucsinszky