“Hasta que la muerte nos separe”, de esto no tratará la siguiente columna. Será acerca de cómo un matrimonio termina y sus diferentes motivos. Si bien es cierto, la relación es complicada en ocasiones, muchas veces se intenta y se vuelve a intentar, pero, qué sucede cuando una de las partes ya no quiere seguir. Cuando uno de los dos está resuelto a abandonar la relación, entonces surge la desilusión y tristeza al ver en ruinas lo que inició siendo amor, transformado en un profundo dolor. Existen causas puntuales por las que las personas ya no quieren casarse, actualmente la gente es más hedonista, vivimos por y para el placer y aprovechamos el momento. El matrimonio, al parecer, no se adapta a este estilo de vida, se cree que la gente es más egoísta, y que hoy en día resulta más fácil ser soltero.
Con esta idea se llega a la relación, cuando se deciden por el matrimonio la expectativa de seguir siendo individuales en la relación no ayuda a concretar la verdadera unidad. Siguen pensando en que, cada uno debe dar el 50% en todo, aportaciones y hasta en el compromiso; sin duda, la convivencia siempre será a la mitad, con el tiempo esto traerá sus frutos: Convivencia limitada con responsabilidad compartida, siempre a medias. En lugar de complementarse en pareja y dejar egoísmos personales, desafortunadamente no se entiende el matrimonio como una oportunidad de fortaleza y crecimiento. Otro aspecto de relevancia es la falta de tolerancia en las relaciones. Anteriormente, el matrimonio era visto como un compromiso de por vida; las incompatibilidades, peleas y quejas estaban allí, pero terminar con el matrimonio no era una opción.
El fracaso matrimonial en la actualidad resalta este factor como responsable del fin de la relación, es la salida de emergencia para no enfrentar las responsabilidades, simplemente se “salta por la borda”, se “lanzan fuera del avión” y abandonan todo, para algunos es la solución que resuelve el conflicto, la razón para dejar lo construido, incluyendo hijos, mascotas, créditos y amigos. Si bien es cierto, es más fácil encontrar a otra persona, se considera que es porque ahora el miedo a la soledad ya no es una amenaza, entonces ¿por qué mantener una pareja que no te hace feliz si puedes encontrar una nueva fácilmente? Esto depende de muchos factores, la edad de las personas, la salud y sin duda el dinero, éste último es muy importante, ya que, si se cuenta con economía, será un cierto atractivo para iniciar una nueva relación.
Sin engaños, la estafa puede ser el motivo de aparentar el tan anhelado amor. Es tendencia, divorciarse es una opción mucho más sencilla, se cree que el motivo es que poner fin a un matrimonio legalmente ya no es un tabú, es ampliamente aceptado en la mayoría de las sociedades y más sencillo. De manera que, la falta de compromiso y cambios de carácter definen si se continúa o no, si conviene seguir o dejar la relación. Así de frívola es la respuesta, sin importar los años que hayan estado juntos. Volver a casarse; hoy por hoy es muy común ver a gente casándose en segundas, terceras e incluso en cuartas nupcias, se ha normalizado tanto la separación que por conveniencia se omite la ley de Dios, se ignora la eternidad del sacramento y si los esposos no estaban bien informados o simplemente desconocían el valor de unir sus vidas en el altar, entonces les parecerá de lo más normal casarse una y otra vez.
Claro que justificaciones hay muchas para hacerlo, pero enfrentar con madurez una separación es mucho más que decir que, es por diferencia de caracteres o porque así conviene a sus intereses. Las preguntas aquí serían: ¿Dónde quedan los valores de cada uno? ¿Son capaces de modificarse y hasta de ignorarse? ¿Realmente separarse es la solución? Cada historia es diferente y sus razones tendrán para acabar con sus matrimonios, pero vías de solución hay infinidad, lo que no se puede modificar es la actitud, sin esta muy poco se podrá hacer. Se trata de la actitud que es capaz de comenzar de nuevo, de aceptar las diferencias, de adaptarse; en fin, actitud de amar, cuidar y respetar, sin embargo y con tristeza reconozco que somos mucho más infieles.
Las tentaciones están ahí y en algunas ocasiones la infidelidad sale a la luz, se cree que este es el motivo que lleva al final prematuro de muchos matrimonios y al termino de aquellos que tienen varios años. La infidelidad virtual está a la mano, en cada persona que tenga un teléfono celular, el rostro y figura agradable de alguien que aparecerá en nuestros dispositivos en cualquier momento y si bien es cierto, pueden ignorarse estas imágenes sugerentes, existen quienes sí caen en la trampa de mirar un poco más y no solo eso, sino de involucrarse con quien sólo verán en las pantallas pensando que no le hacen daño a nadie al observar videos y fotos de quien jamás conocerán.
La infidelidad cibernética duele tanto como la real, se trata de una acción donde la confianza se ve afectada, aunque sólo sea visualmente, causa el mismo impacto en la relación, es una tercera persona que viene a separar la comunicación y confianza, se trata de alguien que divide el corazón porque dejó de ser “suficiente” esa es la razón por la que se busca ser infiel, porque ya no se cumplen las expectativas egoístas de la persona. Quien es infiel está condenado a que le sean infiel, se llama justicia y existe, lo quieras creer o no.
Te comparto las diez principales causas del fracaso de un matrimonio.
- Desgaste, alejamiento y falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo.
- Desenamoramiento, a veces, acompañado del inicio de una relación con una tercera persona.
- Infidelidades.
- Dificultades económicas.
- Discrepancias a raíz de la crianza y educación de los hijos.
- La excesiva presencia de las respectivas familias políticas.
- Irritabilidad o mal carácter de los esposos, que daña continuamente a la familia.
- Elección de una pareja con un carácter incompatible e irreconciliable con el del otro.
- Adicciones.
- Violencia de género doméstica (trato inadecuado entre los miembros de la pareja).
Soluciones siempre habrá, pero requieren de un cambio de actitud de ambas partes para caminar juntos, rectificar y enmendar errores.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
Rafael Salomón
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 60, que corresponde al mes de noviembre de 2024.