Saludos mis queridos lectores. Les saludo con cariño y esperando que éste sea el mejor día de sus vidas. Aprovecho para felicitar a esta revista ANUNCIAR Informa por su aniversario #5, que sean muchos años más llevando buen contenido y siendo voz de justicia. Gracias Nacho, Alfredo y todo el equipo de editores por este excelente trabajo y darme la oportunidad de estar con ustedes mes a mes.
Hoy en redes sociales estuve viendo un pequeño debate sobre la situación de la inseguridad en México, específicamente en el estado donde radico y una persona comentaba en un diario local haciendo la siguiente pregunta: “¿y cómo hacer para que esto acabe? ¿no podemos enfrentarnos a ellos, porque ellos tienen armas de fuego poderosas y están organizados? El gobierno ya dijo que no puede hacer nada”. A esto me saltó la idea, antigua y lógica, sólo espero que no sea demasiada utópica: ¿y si volvemos a como era antes? Si, cuando cada uno asumía su responsabilidad y su papel en la vida. Una sociedad que responda a FE, FAMILIA y EDUCACIÓN.
Una sociedad de fe es una sociedad creyente, una sociedad devota, que busca la salvación, que se apega a una manera de vivir y cree en una vida más allá de la muerte, que trabaja en la tierra para ganarse un campito en ese cielo añorado. Hoy cada vez son menos las personas creyentes (independientemente del credo) y que viven cada vez más el hoy sin pensar en un mañana y sus consecuencias.
Una sociedad con familias fuertes, bien cimentadas, donde cada miembro asume su rol con valentía, donde los padres enseñan a sus hijos el valor de las cosas y el esfuerzo que se hace para adquirir los bienes. Unos padres que no temen decir NO a sus hijos, que piden todo y agradecen poco, porque no conocen el valor ni el sacrificio que se hace para poder comprar las cosas. Familias donde se enseñen y se vivan los valores. No es que los hijos de hoy sean malos, es que los padres de hoy no hemos sabido educar a nuestros hijos.
Un sistema educativo que este más preocupado por enseñar ciencia, literatura, historia, arte, geografía, deporte que por enseñar a hablar con la “e” y pensar que con eso estamos arreglando el presente y poniendo los cimientos para un futuro mejor.
Sólo si cada uno asumimos nuestro rol con responsabilidad y valentía y dejamos de echarnos la culpa los unos a los otros, es que podremos salir de este hoyo que nosotros mismos hemos cavado. Hoy los padres culpan a la escuela, la escuela culpa a los padres, los hijos culpan a sus antecesores, la sociedad culpa al gobierno y el gobierno culpa a otros gobiernos… es una historia sin fin. Todo sería más fácil si todos hacemos nuestra parte, lo difícil es que todos, pero de verdad TODOS empecemos a hacernos responsables, a llamar las cosas por su nombre, a no tener miedo por decir la verdad y llamar al día, día y a la noche, noche.
Si tan sólo hiciéramos caso a aquellas palabras que dijo un humilde carpintero, nacido en Belén hace cerca de 2000 años: “ámense los unos a los otros”.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo está publicado en el boletín digital, número 59, que corresponde al mes de Octubre de 2024.