Lo conocí un sábado 2 de octubre de 2004. Desde el primer momento me pareció un buen tipo, y eso es significativo. De perfil bajo, humilde, siempre enfocado en su trabajo como operador técnico. Para quienes hacemos radio, conocemos la importancia de contar con el responsable de la parte técnica de la salida al aire de un programa. Ezequiel siempre estaba ahí, apoyándonos con su sonrisa y su característico e icónico pulgar levantado, lleno de optimismo y energía.
Como les mencioné, tuve la suerte de cruzarme con él, así como con muchas otras personas que Dios pone en nuestro camino. Ese sábado, fui invitado al programa de una amiga, Rosita Velázquez, “Dale Alegría a mi Corazón”. Hasta aquí, quizá se pregunten qué relevancia tiene esto. Mucha. Porque el sábado 23 del mismo mes, compartí micrófono con Carlos Guzmán. Al terminar la emisión, Ezequiel se acercó y me planteó la idea de relanzar “El Alfa y la Omega” en la emisora donde trabajaba (FM Universal 107.1 MHz). Me insistió en que lo hiciera y me puso en contacto con el responsable de programación de la Fundación GOSPA. Además, sugirió que invitara a Carlos, ya que había notado una gran química y compatibilidad en nuestras ideas y estilos para transmitir el mensaje de Jesús. Esta dupla fue apoyada por mi amigo y maestro en la operación técnica, Claudio Cerpa, que en ese momento era mi productor, quien también percibió la misma sinergia y me animó a seguir adelante. Bueno, el resto ya lo saben.
Tuvimos la suerte de contar con su apoyo desde lo técnico el 1 de marzo de 2005 hasta diciembre de 2009, cuando dejamos de realizar el programa en vivo. Un día nos enteramos que en otro programa lo llamaban por su apodo: “El Mago”, y así comenzó nuestro maravilloso viaje en la radio. Desde “la pecera”, compartía con nosotros todas las locuras que se nos ocurrían al aire con Guzmán, sumando su presencia con efectos de sonido y personajes que interactuaban con nosotros.
Tuve el privilegio de ver cómo su sueño se hacía realidad: su propia emisora, Radio Weekend. Recuerdo cuando me invitó a ver su primer estudio, humilde pero lleno de pasión y profesionalismo en lo técnico. No tenía una base para su primer micrófono, así que le compré una y se la doné. El abrazo que me dio casi me parte al medio, y sus ojos llenos de lágrimas reflejaban la emoción de comenzar su propia historia. Como muchos jóvenes de su época, Ezequiel peregrinó por emisoras de los tres distritos San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas, especialmente este último, de donde era originario.
Cuando inauguramos nuestro propio estudio multimedia, “Padre Hernán Pérez Etchepare”, el 13 de septiembre de 2013, le pedí asesoramiento para ajustar la nueva consola que nos habían donado. Siempre dispuesto a ayudar, Ezequiel estuvo ahí cuando lo necesitábamos.
Pero la vida continúa, y nos dejó una gran persona. Con defectos como todos nosotros, era un tipo trabajador, no solo como operador, sino también como DJ en eventos especiales. Hoy, “Eze” o mejor “El Mago” entra a esta sección de IN MEMORIAM para recordar a aquellos que, desde su humildad, aportaron mucho a lo que aún seguimos haciendo.
Gracias, Ezequiel, por tu buena onda, tu sonrisa constante cada martes cuando hacíamos el programa en vivo. Me quedo con esa imagen tuya: un hombre sencillo, alegre, humilde y, sobre todo, una buena persona.
Alfredo Musante
Para ANUNCIAR Informa (AI)