A mis fieles lectores,
Como ya se imaginan, es menester de este viejo conocido Director llevarlos a reflexionar, a pensar íntimamente en la realidad que rodea a cada uno de ustedes, a tener, si se quiere, un diálogo personal con su corazón y su alma, las fechas en las que estoy escribiendo estas líneas son más que propicias para tal fin.
Este ansioso Director, como habrán leído, los quiere llevar sin preámbulos ni paradas a grano -como se acostumbra a decir en mi país (por suerte en franca reconstrucción): “Vamos directo a los bifes”– dada la importancia del fin de un año muy turbulento a nivel local y a nivel mundial. Dicho sea de paso, no creo que el 2024 venga más apaciguado pero ese es otro cantar.
Estamos nuevamente en un momento de cierres, de racontos. Un momento, donde nuestro planeta, desde la visión heliocentrista de Nicolás Copérnico, ha completado una vuelta alrededor del astro rey. Tal y como sucede desde los 4 años y 50 ediciones de vida de nuestro querido Boletín Digital -y seguimos sumando y sobreviviendo- los invito a practicar un ejercicio de introspección, meditación, silencio y, sobre todo honestidad, con ustedes mismos y poner sobre la mesa las auto-promesas de Diciembre del 2022. ¿Cuáles se cumplieron?, ¿Cuáles no?
Las auto-promesas cumplidas las vamos a guardar en un cajoncito de nuestro corazón que ponga un letrero que diga algo como “Fui y soy capaz de hacer esto, estoy muy orgulloso de mi”. Y si, los seres humanos, además de cada uno ser pequeñas divinidades, no podemos olvidar nuestro costado mamífero y nuestra respuesta a estímulos. Bien, aquí queda consolidado uno muy positivo.
Respecto a la dieta, al comenzar a hacer ejercicio diariamente, a llevar una vida más sana, a ahorrar todos los meses para tener una base, a decirle al jefe en la cara lo que pensamos de él, a comenzar nuevos emprendimientos (y sostenerlos en el tiempo), en fin, a todas esas promesas que seguramente nos prometimos y no cumplimos no las vamos a poner en el cajoncito de promesas no cumplidas o promesas fallidas o auto-engaño pre-medianoche del 31, no señor, simplemente le vamos a tachar el 3 y le colocaremos el 4. Este experimentado Director sabe que las etiquetas que nos imponemos y que, eventualmente, nos identifican no llevan a buen puerto.
En cambio, les ofrezco a modo de “idea genial” darse una nueva oportunidad para realizar las promesas que, por el motivo que sea, no pudieron cumplimentar y, en vez de verlas como un fracaso seguir viéndolas como una promesa que necesita más tiempo para ser completada.
Estamos en una sociedad muy exigente y con valores cada vez más vacíos y paupérrimos donde pareciera que lo único importante es mostrarnos a través de las redes como si estuviésemos en muestro mejor momento y por dentro estamos desangrándonos. No practiquemos el auto castigo emocional en favor de lo que vemos fuera. Todos tenemos nuestros tiempos para nuestros procesos.
Resumiendo, Lo que no pudimos hacer el año que se va es porque necesita más tiempo para completarse, usaremos también este año -aún nonato-.
Tenemos la sagrada obligación de ser felices, para ello debemos comenzar por no compararnos con nadie, querernos, respetarnos y entendernos.
Ah!, no me quiero olvidar, también debemos apagar la televisión, alejarnos especialmente de los noticieros y de los que supuestamente quieren nuestro bien. A todas luces terminan cumpliendo las conspiraciones denunciadas por los conspiranoicos, en fin.
Feliz Nuevo Año para todos ustedes y Felices 4 años y 50 Ediciones para el hermoso equipo que conforma el Boletín Digital de ANUNCIAR Informa y La Productora.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 50, que corresponde al mes de Enero de 2024.