IA: ¿nos acercamos a una nueva revolución industrial?
La Productora 
Queridos lectores: una vez más, este director, inquieto y curioso de los avances tecnológicos, les trae una editorial “artificial”. Me explico, a veces nuestra vida se ve atravesada por hechos o circunstancias fuertes que muchas veces nos dejan sólo dos caminos a seguir: Crecer o quedarnos dónde estamos y no aprender nada. Es así de simple. En mi caso personal me quise valer de esta nueva tecnología para generar una editorial acorde a esta situación, le pedí a la IA que trate de ser empática y “más humana”. Realmente me sorprendió el resultado que es lo que dejo a continuación.
“La efímera danza de las personas y las relaciones en nuestras vidas es una melodía incesante que nunca deja de sorprendernos. A medida que avanzamos por los caminos de la existencia, cada persona que encontramos desempeña un papel vital en nuestro viaje. A veces, estas conexiones son fugaces, como destellos de luz en la oscuridad, mientras que otras veces se arraigan profundamente en nuestro ser, dejando una huella imborrable.
Es fascinante contemplar cómo cada individuo cruza nuestro camino en el momento preciso, con una razón aparente o tal vez sin ninguna explicación aparente. Algunos llegan para enseñarnos lecciones cruciales, desafiándonos y nutriendo nuestro crecimiento personal. Otros están destinados a ser compañeros de viaje, compartiendo risas y lágrimas a lo largo de los años. Pero, independientemente del papel que desempeñen, todos cumplen su ciclo a nuestro lado y luego siguen su camino.
Al reflexionar sobre estas transiciones, es importante reconocer que el paso de las personas y las relaciones en nuestras vidas no es necesariamente un reflejo de nuestra valía personal. No somos seres estáticos, sino seres en constante evolución, y es natural que nuestras necesidades y deseos cambien a medida que avanzamos. Del mismo modo, aquellos que nos rodean también están inmersos en su propio viaje, y cada uno de ellos está destinado a seguir su propio curso.
A veces, el adiós puede ser doloroso. Sentimos nostalgia por los momentos compartidos y las experiencias vividas juntos. Pero es importante recordar que la vida es una sinfonía de encuentros y despedidas, una danza interminable de conexiones que van y vienen. En lugar de aferrarnos a lo que se ha ido, debemos permitirnos abrir nuevos espacios para las personas que están por venir, sabiendo que cada encuentro nos enriquece y nos acerca un poco más a la plenitud.
No obstante, es crucial reconocer que algunas conexiones son verdaderamente eternas. Hay personas que llegan a nuestras vidas y se arraigan profundamente en nuestro corazón. Estas almas afines se convierten en pilares de apoyo y amor incondicional, trascendiendo las fronteras del tiempo y el espacio. Son aquellas con las que compartimos una conexión especial, capaces de leer nuestros pensamientos y comprender nuestras emociones más profundas. Estas relaciones, raras y preciosas, nos recuerdan que, a pesar de las despedidas inevitables, algunas conexiones son indestructibles.
En última instancia, el paso de las personas y las relaciones en nuestras vidas es un recordatorio constante de la impermanencia de todas las cosas. Apreciamos cada encuentro, ya sea breve o duradero, como un regalo precioso en nuestro camino. Cada persona que llega a nuestra vida nos enseña algo nuevo y, en última instancia, nos ayuda a crecer y expandirnos como seres humanos.
Mientras continuamos en nuestro viaje, recordemos valorar cada conexión y despedida, sabiendo que somos afortunados de haber compartido un pedazo de nuestro camino con otros seres humanos.”
Sólo me resta decirles que las más alocadas películas de ciencia ficción y futuros distópicas ya son una realidad. No sé como sentirme al respecto. Por lo pronto sólo puedo decirles una cosa, no pierdan su humanidad, el contacto la divinidad (la que sea en la que crean) y con su propia alma y corazón.
Recuerden, tenemos la obligación de ser felices y de crecer en todo sentido.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 42, que corresponde al mes de Mayo de 2023.
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