Saludos familia, un abrazo grande para todos y gracias nuevamente por leer estas líneas. Esta es la primera que escribo en este 2023 y quiero dedicarlo a la importancia del amor.
Dice san Juan “Dios es amor” (1 Jn 4,8). El ser humano vive mejor cuando ama y es amado, y es que el “hábitat” normal del ser humano es el amor. Nacimos del amor y buscamos siempre el amor: trabajar en lo que amamos nos da felicidad, sentirnos amados nos da felicidad y amar de corazón nos hace inmensamente felices. El amor nos hace romper miedos, superar obstáculos, correr riesgos. El amor provine de Dios. Él es la fuente inagotable de amor y que nos inspira a amar, incluso a quien no conocemos, con mucha más razón a aquellos que están cerca nuestro.
Jesús nos dejó un mandamiento antes de ascender a la casa del Padre: “ámense los unos a los otros como Yo los he amado” (Jn15, 12), porque Jesús conoce el poder que tiene el amor y la felicidad que el amor da. Quien ama no injuria, quien ama no desea el mal, quien ama no busca venganza, quien ama perdona, quien ama esta siempre dispuesto a dar más, a dar ese esfuerzo extra, quien ama busca soluciones y no problemas. Dios mandó a Su único hijo por amor a la humanidad. Jesús acepta la muerte de cruz por amor a la humanidad. Una mujer que juega todo en el parto por amor a su hijo. Humanamente, el amor de madre es lo más que podemos nosotros conocer: una madre se juega la vida, arriesga todo, defiende a sus hijos como leona, pero sabe dar la caricia más suave a la vez. Una madre siempre tiene palabras exactas de consuelo y consejo.
Ella en su humildad es siempre iluminada por Dios para dar esas palabras capaces de hacernos retomar fuerza, levantarnos del fondo, volver al camino recto que ella misma nos enseñó. Si nosotros aprendemos realmente a amar al prójimo, a alegrarnos en el logro del otro, a festejar los triunfos del otro como triunfo propio, entonces estaremos viviendo en una real evolución. Evolucionar es mejorar, es crecer, es intentarlo, pero de manera distinta para poder tener un resultado diferente. Vivir en el amor es tan sencillo porque es lo natural. Los niños viven en el amor. Ellos no conocen otro sentimiento, abrazan al desconocido que les tiende los brazos, llaman amigo a quien acaban de conocer, y no hay problema que no se pueda fácilmente resolver con una sonrisa.
Si intentamos vivir en el amor podremos darnos cuenta de lo mucho que nos complicamos los adultos, cuando no dejamos que el amor salga y preferimos dejarlo atrapado bajo el rencor, la envidia y el ego. Que este 2023 sea el amor nuestra bandera, volvamos a sencillez de amar y volver a la raíz: “amarnos los unos a los otros”.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde México
José Luis Hernández
-Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 39, que corresponde al mes de Febrero de 2023.