A mis queridos lectores de las editoriales que voy lanzando mes a mes quiero contarles unas experiencias que tuve de la mano de grandes comunicadores en estos dos últimos meses. Gracias al crecimiento vertiginoso de nuestro querido Boletín Digital he tenido el enorme placer de ser entrevistado en tres ocasiones. Tal vez para muchos, una entrevista, y encima online, no sea gran cosa pero puedo asegurarles que para servidor ha sido, como diría Sócrates, la Mayéutica.
La primera experiencia, fue algo así como la primera vez, muchos nervios, expectativa y unas ganas incontenibles que de suceda rápido. Los ejecutores de este debut fueron Marisa Musci y Víctor Balseiro. Cortito y al pié, la entrevista tuvo lugar dentro de mi auto, aparcado a un costado de la avenida y con las balizas encendidas. Muchísimo calor y, para que se escuche bien, las ventanas cerradas y los nervios de punta. Tuvo una duración de unos a menos y agradables 15 minutos, de la mano de estos dos genios, todo fluyó de manera natural. Una conversación de amigos donde además de contar un poco de mi trabajo nos divertimos sacándole mano -por supuesto desde una amistad profunda- a nuestro querido amigo Alfredo Musante.
José Luis Hernández, mi segundo entrevistador, subió un poco la vara de la complejidad y cual siguiente nivel en un video juego, agregó alguna dificultad más. Esta vez no se hizo una llamada telefónica como lo fue con el amigo Víctor, no señor. Esta vez tuvimos que hacer uso de mi laptop -viejita pero todavía puede dar batalla- ya que el streaming era sobre la plataforma Google Meet, esto significaba sólo una cosa: El temible ¡“audio & video”! Gracias a los benditos husos horarios, el momento de salir al éter fue a la media noche, minuto más, minuto menos, finalizando el lunes y comenzando el martes. De hecho, gracias a la magia de esta situación, José Luis preguntaba un lunes y yo le respondía un martes. Cosas de los medios. Quiero comentarles, mis queridos y ávidos lectores, que esta entrevista pactada en unos 15 minutos se extendió casi a media hora o unos cuarenta minutos por lo linda que estuvo la charla y por cómo se fueron dando los temas. José Luis junto con su operador estrella Fernando Razo me han hecho sentir muy cómodo y realmente ha sido una segunda entrevista maravillosa.
Finalizando mi, por ahora, mi experiencia internacional y radial -cálmese señor director, sólo fueron unas entrevistas- quiero comentarles mi pasada por la casa del amigo Stiven del Cid de ARCA Iberoamérica, donde, además de volver a enfrentarme con el audio y el video y contaba con más armas para salir airoso de tal situación. Cabe destacar que esta vez el dios Cronos fue más benévolo con este trasnochado entrevistado y todo tuvo lugar a eso de las 21hs. Punto para Stiven. Ya en esta tercera interviú todo salió aún más natural, hemos tenido una suerte de coloquio antes del programa que facilitó muchísimo el devenir de las preguntas/respuestas ya que ambos sabíamos un poquito más del otro y se generó una suerte de charla entre amigos. Esta entrevista también duró una hora y luego de su finalización me di cuenta que podía haber seguido hablando de muchas cosas más. Muchas gracias Stiven por tu ayuda y acompañamiento en este encuentro. Todo salió muy bien, estoy muy feliz.
Para cerrar este artículo simplemente quiero dejar una reflexión, es algo que hablé con José Luis y luego con Stiven. Difundir el mensaje es nuestro fin último, no importa de dónde venimos ni que hacemos, sólo basta con ser fieles a este mensaje de amor fraterno entre hermanos. Esta es la finalidad de este Boletín.
Para ANUNCIAR Informa (AI)
Desde Argentina
Ignacio Bucsinszky
-Este artículo esta publicado en el boletín digital, número 29, que corresponde al mes de Abril de 2022.