Queridos y leales lectores: una vez más derramando un poco de tinta en estas desprolijas líneas que forman la ya conocida editorial. Me imagino que no hacen falta preámbulos para dar a conocer lo que este director se trae entre manos, ¿verdad? Me encanta llamar a mis 1leyentes -si, acabo de utilizar un término “en blanco y negro”- a la reflexión.
Dicen por ahí que la vida es corta, se pasa rápido, que no es bueno dejar pendientes de ningún tipo. Saber popular, conocimiento llano y simple. Cuánta razón hay en estas pocas palabras. Puedo encontrar muchos lugares desde donde abordar esto para elevarlo, de alguna manera, a un estadío más reflexivo.
Los 2biodecodificadores, por ejemplo. “Ya empezamos“, puedo escuchar mientras las mentes atentas de mis “fans” leen esto, “este loco director otra vez con esas cosas raras”, “si no conspira, habla de gente extraña”. Trato de hacer caso omiso a esta pequeña revuelta intelectual y continúo. La gente que se dedica a Memoria Celular o Biodecodificación (son cosas parecidas) basa la aplicación de su conocimiento en nuestro árbol genealógico donde los “pendientes” de cada personaje del linaje, de alguna manera, se transmite hacia las nuevas generaciones. Hablamos de un abanico de situaciones. ¿Por qué sucede esto?
Cuantas veces nos vemos envueltos en situaciones de nuestra vida que llevamos con pesar. Tener un padre violento -o serlo-, tener algún tipo de adicción, producto de un sentimiento o una emoción que no sabemos o no podemos manejar. Vivir constantemente con miedo, esos miedos que paralizan, y no poder realizarnos como personas o cumplir las metas que quisiéramos, y tal vez, tener que cumplir metas que nos son asignadas y las hacemos sin una mínima pizca de felicidad y satisfacción. Tenés que hacerlo y punto.
Dejando tanta oscuridad de lado como hay en el párrafo anterior, encendiendo un velador iluminando un poquito más, esta desaliñada pero reflexiva editorial quiero abordar el tema o las situaciones del “podría haber hecho”. El mundo está lleno de “podría(s)” y de gente incompleta. Muchas veces nos limita el entorno -político, social, familiar, económico- para hacer lo que nos hace feliz, lo que deseamos, lo que sabemos que nos va a alimentar mente, cuerpo y alma.
Pero…, disculpe que le pregunte…, si, Ud., si, si, que está leyendo esto…, no mire para el costado, me refiero a Ud. ¿Que dejó de hacer -o pospuso “ad infinitum” por factores externos? ¿Qué cosa que realmente le llena el corazón sigue en la lista de pendientes? ¿Ud. para cuando? Claro, siempre hay algo antes…
Déjelo así, haga de cuenta que no le pregunté nada.
¡Pero qué duro este tipo! Un director sin empatía parece que es el que está materializando estas líneas. Le cuento algo, esto es absolutamente cierto.
La vida es ahora. Acá no vale empatizar con palmaditas en la espalda o temer ofender a la nueva generación de cristal.
La vida es ahora. Levántese, saque del estuche ese violín, afínelo, y empiece a practicar solfeo. (Bueno, es que hay autocrítica también de la mano de este humilde comunicador como si fuera ventilador arrojando hacia todos lados).
La vida es ahora. ¿Hace unos años, Ud. que me hubiese dicho si le hubiese hablado de una pandemia y de una tercera guerra mundial? (por las dudas no voy a nombrar la invasión OVNI aún…)
La vida es ahora. No sabemos dónde vamos a estar en los próximos 10 minutos. Nadie sabe los designios universales y los planes para con cada una de las almas que habitan este planeta. No sabemos si vamos a estar aquí mañana. Lo digo con conocimiento de causa. No pierda el tiempo. Diga los “Te Amo” que hagan falta, los “Perdóname” o los “Te Perdono” que sus seres queridos estén necesitando. Abrace. Bese. Contenga. Ofrezca su corazón para Ud. y para los demás. Empiece eso que ahora está en su cabeza y en su interior. Hágame caso…
Por último no quiero dejar esta movilizante editorial sin instarlos a que apaguen la TV (no sirve para nada bueno), hagan silencio y escuchen su alma.
Ignacio Bucsinszky
(1) Leyentes: Este vocabulario en la actualidad se encuentra desusado, hace alusión como participio activo de leer, que quiere decir el que leer estudia, repasa, deletrea, analiza, descifra, interpreta, ojea, acierta, percibe, descubre, observa o adivina, promover a la lectura.
(2) La biodescodificación es una propuesta de la medicina alternativa que busca el origen o significado emocional de las enfermedades y tratarlas desde allí.