Me quedé pensando en lo que escribí en el artículo anterior. Si no lo leyeron los invito a hacerlo, para que puedan seguir el hilo de este relato. Esa es la idea, que ustedes puedan seguir una historia, una experiencia o varias, porque habrá otras, no solo mías.
Cuando busco en mis recuerdos y pregunto a mis seres queridos de dónde viene mi interés por la radio. Lo que me dicen es que, de niño cuando me iba a dormir sino tenía la radio conmigo no me dormía. “El Mocho” cómo, me dicen que le llamaba, era mi compañera de sueños. “El Mocho” era un aparato de radio, de la marca Spica, donde solo podía sintonizar la frecuencia de AM. Siempre la tenía pegada en mi oído escuchándola y quedándome dormido. Ese era el elemento mágico que acompañaba mis sueños. Recuerdo también algunos programas de radio, uno que escuchábamos de Chile de humor y fútbol, otros de folclore.
La radio era nuestra compañía. Uno veía a nuestra madre a la mañana mientras hacía los quehaceres del hogar escuchándola o pasabas por un taller de autos y se podía escuchar murmullos o música mezclándose con los sonidos del día. Era y lo sigue siendo un medio que nos acompaña. Las voces, las palabras, la música, fueron convirtiendo nuestra cotidianidad en días diferentes.
Un aparato carente de poder, en apariencia, termina apoderándose de una parte de nosotros.
Y fue eso, ejercitar tanto la escucha, prestar atención a lo que dicen, es que terminé siendo aprendiz de oyente. El ser un oyente te pone en una situación de expectativa, de apertura al asombro, de disponer un vacío interior para ser colmado por lo que te quieren comunicar.
No es fácil ser oyente, uno no termina nunca de aprender. Generalmente todos queremos decir algo, todos queremos que nos escuchen, pero disponerse a escuchar es un desafío apasionante. Te propongo que ejercites la escucha atenta, que comiences a distinguir el sonido de las palabras y lo que provocan en tu interior. Y puedo asegurarte que comenzarás un camino del cual nunca más querrás regresar. Anímate a escuchar a silenciar tu mente y dejar a los oídos el señorío.
Si quieren dejarme su comentario pueden hacerlo debajo de esta nota.
¡Paz y bien!
Marcelo Tejada
Director
Radio Fe Latina
https://radiofelatina.net/