Queridos lectores: un mes más… y llegamos un poco más adelante en nuestro camino evolutivo desde la última vez que nos encontramos en estas desprolijas editoriales. Hablando de evolución, me gustaría compartirles algo muy confuso que leí en un email que recibimos en nuestra productora como respuesta a un correo donde solicitábamos (ante el silencio y la no respuesta que suele pasar y mucho) si deseaban o no seguir estando en contacto con nosotros, y para nuestro asombro recibimos una respuesta que nos desorientó y que no esperábamos de la Delegación de Medios de Comunicación Social del Arzobispado de Oviedo en España. Si, hoy esto va a ser como un grupo de auto-ayuda y me gustaría recibir alguna devolución por parte de ustedes, es que realmente necesito luz sobre esto que, más pronto que tarde, les contaré.
Sucede que nuestro querido director de ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica viene realizando hace años una constante tarea de comunicación y de proclamación del mensaje de la buena nueva del evangelio. Él, como bien sabemos ya a estas alturas, es un hombre de medios y como tal, su trabajo hoy lo está volcando en las redes principalmente, además de la radio. En este proceso de comunicación, de acercamiento, de iluminación si se quiere, dirigida al transeúnte distraído y al que no espera con tantas ansias el “anuncio” de la Palabra, por eso se tienden redes de todo tipo para generar la llegada.
Quiero hacer un alto en el camino de esta narrativa y aclarar que el mensaje que ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica “desparrama”, las noticias y novedades que acerca al público siempre tienen que ver con “el jefe” (no me refiero a Bruce Springsteen que lleva dicho mote también sino al JEFE, al que podemos encontrar en lo alto y en todas las cosas). No se informa sobre cuántos goles metió Messi en el Barca o cuantos contagiados del bicho 19 han aparecido en el último recuento. ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica proclama un mensaje claro en el continente digital, lugar privilegiado de encuentro, donde hoy en día la fe está llamada a expresarse y proponerse. Son los espacios actuales donde el Evangelio debe proclamarse como propuesta vital para los hombres y mujeres de este nuevo siglo, nuevo tiempo. Queremos acercar el Evangelio al mundo virtual, al mundo multimedia en el que todos estamos inmersos.
Ahora es donde se produce el corto circuito y donde necesito la ayuda de la población, dadores de sentido común para que me ayuden a desenredar este nudo sin sentido que se generó. La misión de la Iglesia es la evangelización ¿correcto? Casualmente es lo mismo que se hace en ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica hace 22 años.
Entonces la pregunta del millón es: ¿Porqué instituciones, asociaciones, fundaciones, organismos y otras delegaciones o comisiones de carácter religioso se sienten molestas o no desean recibir información de nuestra productora que promueve a la evangelización? ¿Será por el estilo? ¿Por qué en ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica nos tomamos libertades? ¿O será porque pensamos por nosotros mismos?
Espero vuestros comentarios.
Ignacio Bucsinszky